Predomina el clima templado semihúmedo con dos períodos de lluvia: marzo – mayo y octubre – noviembre.
Los suelos son de textura franco arenosa, superficiales, y con buen a excesivo drenaje.
La tradición oral de aquellas tierras marra que se recogía por los caminos del Páramo, oro grueso suficiente para llenar varias alforjas en un solo día.
Considero necesario mencionar, que las fortunas fáciles desembocaron en la locura colectiva.
Por tal motivo se acuñó el término de “Pamplonilla la Loca”.
Este oropel, fue el que atrajo la atención de Mutis y sus socios.
Oropel, puesto que a su llegada, hacia más de 200 años que estas minas se trabajaban y el mineral de fácil extracción, había sido ya retirado.
Siempre, regresar a donde ha existido una gran riqueza mineral, ha sido un buen negocio.
En 1.769 Manuel Mutis Bosio contrae matrimonio con María Ignacia Consuegra en Bucaramanga.
Al terminarse el material superficial de fácil beneficio, quedaban el filón inalterado que corresponde a rocas ígneas graníticas con vetas enriquecidas en sulfuros auríferos y argentíferos que podían llegar a presentar hasta 80 centímetros de espesor.
Para extraer el oro y la plata de estas rocas, es necesario hoy en día aplicar métodos de tostión, cianuración, flotación y/o amalgamación que no se conocían en 1.766.
La actividad minera que encontró Mutis, rayaba en el límite de lo económico.
Este hecho es de gran importancia histórica, puesto que el hermano de José Celestino Mutis ocupó un cargo Oficial durante dos años en la Provincia en la cual, poco tiempo después, se presentaría el primer hecho de insurgencia en la Nueva Granada.
Así lo registra la primera partida de bautismo expedida en la Baja, lugar al que fue trasladado más tarde el primer caserío, con fecha el 22 de marzo de 1823 del niño José Raimundo Tarazona, ofició dicho sacramento el Sacerdote Fernando Reyes.
Revisando la historia, encontramos que el sabio José Celestino Bruno Mutis, pasa un año en la Montuosa Baja; tiempo en el cual se dedica a estudiar la vegetación de esta región.
En 1875 varios propietarios ricos de las cercanías trabajaron para fundar una población y lograr que el Gobierno Civil declarara en aldea a La Meseta y se le hiciera cabecera Municipal.
De N. Pamplona Gobierno Eclesiástico Pamplona, junio 28 de 1905 Venerable Señor Cura Párroco Señores : Joaquín Jaime, Santiago Gélvez, Leonardo Gélvez La Baja Transcribo a Ustedes Hno.
La parroquia no es propiedad de las compañías mineras, ni los vecinos tienen derecho a oponerse a las disposiciones episcopales, sino de acatar y obedecer la autoridad para no incurrir en un gran castigo, tienen el deber de cooperar para la construcción del nuevo templo y demás como Casa Cural y cementerio; en donde se tribute culto a la divina majestad y al santo patrono con más solemnidad; lo que hemos ordenado nadie podrá impedirlo, sin atentar contra la autoridad de la iglesia, los vecinos que han venido haciendo una oposición sorda, no saben lo que hacen, ni tienen interés por su propio pueblo, sino por su propia comunidad, el santo y los enseres del templo, no saldrán fuera del territorio de la parroquia, ni se derribara el templo, ni la casa de los párrocos que ha existido, sino que se conservará hasta que arreglado el nuevo templo, el Prelado dictará lo que debe hacerse con esos edificios, entre tanto conviene que todos los habitantes de la parroquia vivan unidos como verdaderos hermanos en nuestro señor Jesucristo y trabajen por el progreso moral y religioso y la prosperidad general; transcríbase a los firmantes y al Señor Cura y al Obispo.
Se dice que fue indescriptible el dolor de los Bajeños al ver destruir la modesta Iglesia en donde por tantos años habían rendido ferviente culto a su Santo Patrono.
Los campesinos utilizan la explotación minera extrayendo oro como fuente principal de ingresos económicos (mayoritariamente por las empresas canadienses CVS y GreyStar), también algunos pero muy pocos se dedican al cultivo del maíz, la alverja, la papa y el fríjol.