[3] En 400 a. C., estuvo ocupado en intentar condenar a Andócides por el cargo de profanación, al haber puesto una rama suplicante sobre el altar del templo en Eleusis durante la celebración de los misterios;[4] y, si podemos creer en la declaración del acusado, la rama fue puesta ahí por Calias mismo, quien fue provocado al haber sido frustrado por Andócides en un intento muy vergonzoso y libertino.
En 392 a. C., estuvo al mando de las tropas de infantería pesada que, en Corinto, capitaneadas por el strategos Ifícrates, derrotaron a un batallón (mora) espartano.
[5] Era próxeno de Esparta (más o menos equivalente a un cónsul actual) de carácter hereditario y, como tal, fue escogido como uno de los enviados con poderes para negociar la paz con esa polis en 371 a. C., con motivo de la cual Jenofonte pone en su boca un discurso autoglorificante e inefectivo.
En la última obra su carácter aparece dibujado como el de un diletante muy divertido en sus pulsos intelectuales con Protágoras y el propio Sócrates.
[8] Dejó un hijo legítimo a quien puso el nombre de Hipónico, siguiendo la costumbre familiar.