Los objetivos de la calcinación suelen ser: Hay unas pocas finalidades más para las que se emplea la calcinación en casos especiales (por ejemplo, el carbón animal).
Para protección y cuidado no se debe tomar la muestra directamente con las manos.
En la alquimia, según la versión de Las doce puertas de George Ripley en el siglo XV, se creía que la calcinación era uno más de los 12 procesos vitales necesarios para la transformación de una sustancia (calcinación, solución o disolución, separación, conjunción, putrefacción, congelación, cibación, sublimación, fermentación, exaltación, multiplicación y proyección).
Los alquimistas distinguían dos tipos de calcinación: la real y la potencial.
[2] La calcinación también puede ocurrir bajo capas de ceniza volcánica caliente.