[1] Aunque el terreno era pequeño, debía ser muy productivo, con viñas y regadío, proporcionando una notable riqueza a los propietarios de la encomienda.
[1] Estaba la villa sujeta a los fueros que dio a Tudela en el año 1117 Alfonso el Batallador, y se llamó Calcetas: la cual con su castillo y términos donó en 1149 el rey García Ramírez a Ramiro Garcés.
La cercana villa de Urzante fue incorporada, mediante compra, a la encomienda en 1253.
No lejos, dentro del actual término de Ablitas, se situaba la villa de Pedriz, donada junto con su castillo, su laguna y sus moros por el rey Sancho el Sabio en 1174.»[1] La jurisdicción eclesiástica perteneció hasta 1370 al ordinario de Tudela y la orden le pagaba cada año un maravedí de oro, hasta que en el 1370 se la indemnizó de esta obligación por haber cedido la mitad de Murchante.
Era entonces villa considerable y sus vecinos contribuyeron al pago de los cañones que se fabricaron para Tudela.