Planta calcífuga
Se llama plantas calcífugas a las plantas que no prosperan, o lo hacen limitadamente en suelos ricos en carbonatos, de calcio —calcita—, o de magnesio y calcio —dolomita—.[1] Las plantas que, por el contrario, necesitan suelos alcalinos, ricos en carbonatos para crecer se conocen como calcícolas.Ambos componentes son nutrientes importantes para las plantas, por lo que la alcalinidad del suelo puede actuar, indirectamente, como un limitante ecológico.La exudación a través de las raíces de ácidos orgánicos de bajo peso molecular, como el ácido cítrico, el ácido oxálico, y menos eficientemente, el ácido acético parece ayudar a las plantas a solubilizar ambos nutrientes en las cercanías de sus raíces, por tanto, las plantas que no tienen esa capacidad no prosperan en suelos alcalinos por no poderlos absorber, aunque no haya deficiencia.Las plantas ornamentales calcífugas pueden cultivarse si se les aporta un sustrato rico en ácidos humíferos, como las turbas rubia o negra, compuestas por restos de musgo del género Sphagnum.