[1]Calamina, o caramilla,[2] es un nombre con el que históricamente se conoció un mineral de zinc.
A principios del siglo XIX, se descubrió que lo que se creía era un solo mineral en realidad eran dos distintos: Aunque química y cristalográficamente son bastante diferentes entre sí, ambos minerales exhiben una forma externa masiva o botrioidal similar[3][4] y no se distinguen fácilmente sin un análisis químico o físico detallado.
[5] En la industria minera, históricamente se ha utilizado el término calamina para referirse a ambos minerales de manera indistinta.
[7] En 1684, un documento presentado a la Royal Society abordó las propiedades medicinales y veterinarias del compuesto estando en forma de polvo fino.
[8] Desde entonces, no se ha identificado ningún mecanismo de acción para el polvo y, a 1992 el único efecto médico del mineral en polvo parece ser su capacidad para absorber la humedad secretada por la piel irritada y supurante.