[1] Adyacente al Teatro, con una puerta que los comunicaba en el interior, y grandes ventanales que daban a la calle del Príncipe,[2] descrito como café modernista, poco iluminado y de techos bajos, El Gato Negro desapareció en 1956.
[3] Fue construido en estilo modernista, muy de moda en aquella época, por el arquitecto Ricardo Magdalena Gallifa.
Un timbre sonaba para avisar a los clientes del inicio de las representaciones teatrales.
A la del "Gato", además de los autores y «al olor de la sardina», acudían los actores y las actrices del vecino teatro; entre una larga lista, podrían recordarse los nombres de: Rosario Pino, Mercedes Pérez de Vargas, Nieves Suárez, Irene Alba, María Mayor, entre las divas, y José Tallaví, Valeriano León, Juan Bonafé, Ernesto Vilches, Javier Mendiguchía o Pedro Zorrilla entre los caballeros.
A su vera aparecían los compositores Reveriano Soutullo y Juan Vert, el escultor Victorio Macho, los escritores Pedro de Répide, Andrés y otros «contertulios profesionales» como Edmundo González Blanco, José Francés, Pedro Mata Domínguez, Daniel Fortea y Diego San José de la Torre.