Y cabalgando rápido cruzan el río por un puente en dirección a la Colina de Erech.
A su paso, los pobladores de la región huyen despavoridos ante la presencia del siniestro Ejército.
Luego hicieron un alto para descansar, pero Aragorn presintió que el Rey Brujo había atacado Minas Tirith y los conminó a seguir cabalgando, por lo que el descanso solo duró unas pocas horas.
Allí se encontraba la flota principal de los Corsarios, fondeada en el puerto del Ethir Anduin.
Los que no perecieron del miedo conocieron el dolor de las espadas y lanzas espectrales.
Mientras tanto, la Compañía Gris, junto al ejército de Angbor, atacaba y mataba a los fugitivos, derrotándolos por completo.
Desde allí les dijo en voz tonante: "(...)—¡Escuchad ahora las palabras del Heredero de Isildur!