[1] Este sistema está formado por el Caño Viejo, el Contracaño y las Lumbreras, que permitían extraer el agua que circula bajo el cauce de la rambla y conducirla al exterior.
[1] Es en este momento cuando el casco urbano se consolida, se construye el templo parroquial y comienza a habitarse el cerro del Castellar mediante la construcción de casas-cueva por parte de familias con economías modestas.
Su recorrido se inicia en la confluencia del Barranco Cañares con la rambla de Nogalte, en la margen izquierda y atraviesa el lecho penetrando en la margen derecha, 400 m río abajo, hasta entroncar con el Caño Nuevo o Contracaño.
El Caño Viejo, a su paso por Barcelona, dispone de 15 lumbreras: conductos verticales que conectan la galería con el exterior permitiendo su limpieza y aireación.
A finales del siglo XIX un grupo de hacendados, junto con tras familias enriquecidas por la minería de Almagrera y Herrerías como Foulquier y Flores, junto a capitales lorquinos, se asociaron para aprovechar las aguas sobrantes que no eran captadas por la galería del Caño Viejo construyendo una presa subálvea y galería asociada, denominado a este sistema el Contracaño.
Actualmente esta fuente sigue existiendo, si bien se encuentra en un emplazamiento distinto al original.
Algunos costearían grandes reformas, como la construcción del Caño Nuevo, lo que con el tiempo provocó que pasara a manos privadas, quedando para uso público únicamente el lavadero, el abrevadero y la fuente.