La conferencia alcanzó su objetivo, lograr por primera vez en la historia un acuerdo universal sobre los métodos para reducir el cambio climático.
[9] Esta meta fue no obstante superada por el proyecto definitivo formalmente aceptado del Acuerdo de París que pretende también proseguir los esfuerzos para limitar el aumento de temperatura a 1,5 grados centígrados.
[11] Por ejemplo, la Unión Europea sugirió un compromiso con una reducción del 40 por ciento en las emisiones para el año 2030 en comparación con las de 1990.
[13] El papa Francisco publicó una encíclica llamada Laudato si' destinada, en parte, a influir en la conferencia.
[14] La Confederación Sindical Internacional hizo un llamamiento con el objetivo de lograr "cero carbono, cero pobreza", y el secretario general Sharan Burrow repitió que "no hay puestos de trabajo en un planeta muerto".
[24] El Acuerdo no será vinculante para sus Estados miembros hasta que 55 países que produzcan más del 55% de los gases de efecto invernadero del mundo hayan ratificado el Acuerdo.
[31] O tal y como declaró Janos Pasztor, el asistente del secretario general de la ONU para el cambio climático, a CBS News (Estados Unidos), no se trata tanto de "señalar y avergonzar" como de "señalar y alentar"[32] a los países para que cumplan los objetivos marcados.
Estos proyectos incluyen al menos las siguientes actuaciones principales: La conferencia se presupuestó en 170m de € (186.87m US $ en ese momento).
El gobierno francés aseguró que el 20% del coste correría a cargo de las empresas patrocinadoras, tales como EDF, Engie (anteriormente conocida como GDF Suez), Air France, Renault -Nissan y BNP Paribas[51] En todo el mundo, 600.000 participantes se manifestaron a favor de un acuerdo sólido.