Los cóndrulos son esferas submilimétricas compuestas por distintos minerales, y que suelen constituir entre el 20 % y el 80 % de un tipo de meteoritos llamados condritas.
[1][2] El primero en identificarlos como "glóbulos redondeados" fue Edward Howard en 1802, pero su relación con los meteoritos no se empieza a apreciar hasta 1863, cuando Henry Sorby hace descripciones microscópicas de ellos, y Gustav Rose los usa para distinguir las condritas de las acondritas.
[3] El origen de los cóndrulos es muy controvertido, aunque hay investigaciones que apuntan a que su formación se debió al calor generado por la onda de choque producida por una inestabilidad gravitacional en el disco protoplanetario del cual se formó Júpiter.
[4] Ese calor actuó sobre el polvo cósmico, fundiéndolo, y se formaron gotas que al solidificar formaron los cóndrulos.
[5] En la novela de Dan Brown, "La Conspiración", gran parte de la trama, se desarrolla en torno a un falso meteorito con cóndrulos, dejando entrever la posible existencia de cóndrulos en rocas submarinas.