Céneo

[7]​ Hesíodo, Dicearco, Clearco, Calímaco y algunos otros cuentan que, en el país de los lapitas, el rey Élato tuvo una hija llamada Cénide.

Conforme a la petición, Poseidón la hizo hombre y cambió su nombre por el de Ceneo.

No pudiendo matarlo ni hacerlo retroceder en la batalla, los centauros no tuvieron más remedio que, entre todos ellos, enterrarle vivo bajo un montón de troncos de abeto.

[12]​[13]​ Los propios lapitas, asombrados al contemplar el cadáver incólume de Céneo, decían que no había recibido ninguna herida durante el resto de su vida y murió sin recibirla.

[14]​ Dicen que tras su muerte emergió del cadáver un ave de brillantes alas, el flamenco.

Grabado de Virgil Solis para la obra de Ovidio
Las metamorfosis : Poseidón y Cene.