Célula asesina inducida por citocinas
Sin embargo, las células CIK tienen la capacidad de reconocer células infectadas o incluso malignas en ausencia de anticuerpos y MHC, lo que permite una reacción inmune rápida e imparcial.Esto es de particular importancia ya que las células dañinas a las que les faltan marcadores MHC no pueden ser rastreadas y atacadas por otras células inmunitarias, como los linfocitos T.[1][2][3] Como característica especial, las células CD3+ CD56+ CIK diferenciadas terminalmente tienen la capacidad de tener citotoxicidad antitumoral tanto restringida por MHC como no restringida por MHC.Estas propiedades, entre otras, hicieron que las células CIK sean atractivas como una terapia potencial para el cáncer y las infecciones virales.Las células extraídas se exponen ex vivo a interferón-gamma, anticuerpo anti-CD3, interleucina-1 e interleucina-2 en un calendario sensible al tiempo.Estas citoquinas estimulan fuertemente la proliferación y maduración en células CIK.[1][2][3][4] Se demostró que las Treg inmunomoduladoras inhiben la función de las células CIK.[9] Las células CIK, junto con la administración de IL-2 se han utilizado experimentalmente para tratar el cáncer en ratones y humanos con baja toxicidad.Actualmente, la utilización del tratamiento con células CIK está restringida a estudios clínicos, pero este enfoque terapéutico también podría beneficiar a los pacientes como modalidad de tratamiento de primera línea en el futuro.