Cástor Nieves Ríos

Hombre de acción, lucha continua y gran sensibilidad social.

Expresivo, arrogante y temerario, enfrenta la dictadura desde todos los flancos posibles.

Se exilió en México por corto tiempo, pero comprendía que debía librar la lucha en el propio país, en tal sentido, regresó a Venezuela, y se mantuvo atrincherado hasta que fue detenido por la Dirección de Seguridad Nacional - la policía política del régimen dictatorial dirigida por Pedro Estrada - el 4 de octubre de 1952, siendo sometido a las más violentas torturas y posteriormente asesinado por sus verdugos en un sitio desconocido cercano a Caracas.

Rómulo Betancourt, exiliado, escribió entonces en Costa Rica:"Nieves Ríos era el hombre del pueblo, sin lastre universitario, alardoso y valiente, con un sentido intuitivo y elemental de la justicia...

Cuando vio a la fuerza armada imponiendo su imperio por sobre el mandato del pueblo, 'cogió el monte' con unos pocos hombres, en actitud de desesperada protesta.