Buenas prácticas agrícolas

Las buenas prácticas agrícolas son una serie de métodos específicos, que los agricultores deben aplicar para proteger su propia salud, la salud y el bienestar de las personas que consumen sus productos y el medio ambiente.

Aumentar la cantidad y calidad alimentaria en respuesta al crecimiento de la demanda requerirá incrementar la productividad agrícola.

Muchas industrias agrícolas están implantando cadenas de suministro sostenible para aumentar la producción y mejorar calidad.

[2]​ La Organización Alimentaria y Agrícola de las Naciones Unidas (FAO) se refiere a las buenas prácticas agrícolas como el conjunto de principios aplicables, tanto en el cultivo en campo como en la posterior producción industrial, dando como resultado productos alimentarios y de consumo seguros, a la vez que se respeta la sostenibilidad ambiental, económica y social.

Es un programa voluntario utilizado por agricultores y envasadores para satisfacer los requisitos contractuales que piden los compradores.