Brucina

La brucina es una neurotoxina muy potente, la dosis letal para la rata es 1 mg/kg de peso.

Los efectos son parecidos a los de estricnina pero de menor intensidad (Mays 1887), la exposición es peligrosa no solo por deglución, sino también por inhalación y contacto con la piel.

[2]​ La presencia de estricnina y brucina, 1,0-1,4%, en la semillas maduras de un remedio herbolario, maqianzi, empleado en Asia aun detoxicado provoca intoxicación.

La brucina es un modulador alostérico en receptores M(1) muscarínicos.

«Bien —replicó Montecristo— suponga, que, es el veneno brucina, y fuera a tomar un miligramo el primer día, dos miligramos el segundo, y así...».

Muy venenoso.