Históricamente se dice que es el lugar donde murió Almanzor, cuando regresaba a Medinaceli después de su derrota en Calatañazor.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituyó en municipio constitucional, conocido entonces como Bordecores en la región de Castilla la Vieja[1] que en el censo de 1842 contaba con 34 hogares y 138 vecinos.
A mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizadas 30 casas.
También existe una scuela-museo donde se conservan los bancos escolares, el mobiliario y los libros que fueron usados cuando las escuelas de estos pueblos tenían niños.
También posee las atalaya de Torre Vicente, también llamada Torremocha, parcialmente destruida en la actualidad.