La cola corta de esta raza se debe a un gen recesivo.
Su origen es incierto, pero se cree que llegaron al continente asiático hace 1000 años.
En 1602 se decretó en Japón que nadie podía comprar, vender o mantener un bobtail; todos debían ser puestos en libertad para controlar la población de ratas que estaba afectando la industria del arroz y la seda.
[1] La cara del bobtail japonés debe formar un triángulo equilátero, sus orejas son separadas y están en alerta.
El bobtail puede desarrollar lazos con humanos, no tolera la soledad porque naturalmente vive en grupos.
Al ver lo sucedido, el Emperador ordenó que a todos los gatos les cortaran sus colas como medida preventiva, y desde entonces la tienen así.