Cualquier material orgánico puede ser degradado por medios biológicos, como plantas, animales, microorganismos y hongos, bajo condiciones ambientales naturales.
Las sustancias que tienden a permanecer por mayor tiempo en el ambiente se les conoce como recalcitrantes.
No obstante en vertidos que presenten materia biodegradable estos tratamientos pueden no ser efectivos si nos encontramos con otras sustancias como metales pesados, o si el medio tiene un pH extremo.
La degradación de estos compuestos puede producirse por dos vías: Los términos biodegradación, materiales biodegradables, compostabilidad, entre otros, son muy comunes pero frecuentemente mal utilizados y fuente de equívocos.
Esta norma es fundamental para los productores de materiales, las autoridades públicas, los compostadores y los consumidores.