La ciudad de Betsaida aparece varias veces en los evangelios sinópticos: hacia ella se embarcan los discípulos tras la multiplicación de los panes (Marcos 6:45), en sus afueras cura Jesús a un ciego (Marcos 8:22), cerca de ella Jesús busca un lugar solitario para descansar con sus discípulos (Lucas 9:10), y en aquella misma ocasión alimenta a una multitud multiplicando unos pocos panes y peces (Lucas 9:12-17).
[2] En el siglo VIII, Willibaldo refiere que allí encontró una Iglesia en el lugar donde había estado la casa de aquellos.
[3] Plinio el Viejo y Flavio Josefo dicen que se encontraba al este del Jordán.
Dos sitios se disputan hoy en día el honor de ser la antigua Betsaida: et-Tell y el-Araj (32.893322°N 35.619139°E).
Ahora apenas tiene seis casas, junto al camino que desde Siria lleva a Egipto.