En 1913 fue redactor en El Debate de Mendoza y poco después pasa a residir en Buenos Aires, colaborando en importantes periódicos de la capital como La Prensa, La Gaceta, Nosotros y El Hogar.
[2] Benjamín ayudaría a fundar, junto a destacados promotores como Coriolano Alberini y Alejandro Korn, el Colegio Novecentista, un espacio de pensamiento de jóvenes reformistas enmarcado dentro del movimiento antipositivista argentino.
[2] Obtuvo diversos premios y reconocimientos, como el convocado por La Prensa en 1914 por su obra poética Las fieras enjauladas.
Dejó sin publicar notas esquemáticas sobre una nueva teoría de la ciencia que pensaba desarrollar y tres artículos filosóficos.
[7] Su prosa sería recopilada en la obra El novísimo órgano, publicada en Buenos Aires por la Editorial Calpe en 1924, en la que sus amigos reunieron sus escritos tras su muerte.