Benita Asas

Su madre, Plácida Blasa Manterola guipuzcoana, y su padre, Ruperto Asas, cántabro.Cursó Magisterio en Santander, adonde la familia se mudó por motivos laborales paternos, y en 1897 obtuvo plaza como maestra de párvulos en Bilbao.Para ello implicó a personas relevantes del mundo cultural, económico y político para que manifestasen públicamente su apoyo.[4]​ Una vez desaparecida esta publicación, Benita siguió contribuyendo con sus escritos en La Voz de la Mujer, fundado por Celsia Regis.Fue así que cuando llegó la República y al fin se reconoció el derecho al voto de la mujer por el que ella venía luchando desde tres décadas antes, casi nadie se acordó de Benita.Sin embargo, tras la Guerra Civil los franquistas le acusaron de 'izquierdista' y fue condenada a destierro.