De todos los hechos dieron cuenta puntual en un amplio reportaje publicado después en el semanario.
En esta composición, incluida como apéndice en la Carta de Benigno Morales a Félix Megía (Filadelfia, 1825) atacaba a los Cien Mil Hijos de San Luis que habían vuelto a imponer el absolutismo fernandino y ensalza la libertad y la figura de Rafael del Riego.
Por otra parte hoy día se discute la autoría atribuyéndola al propio Mejía en homenaje a su amigo ajusticiado.
Morales, por ejemplo, fue a prisión por el número 38, aunque luego fue absuelto por un jurado.
[7] En esta obra en romance heroico (endecasílabos en los que riman en asonante solo los versos pares) intenta justificar históricamente la necesidad del liberalismo en España.