Se especializó también en sociología e incursionó en la diplomacia, lo que le permitió investigar en los archivos de Sevilla sobre el pasado colonial boliviano.Finalizada esta función, fue sucesivamente elegido diputado nacional y senador cuando todavía militaba en el liberalismo.Saavedra cierra la trilogía de los grandes personajes del ciclo oligárquico boliviano; su fuerte personalidad y vocación de poder le permitieron vencer en la batalla por el liderazgo republicano, aunque a un alto costo político.Gobernó en medio de la presión y con mano dura, vivió una aguda depresión económica que lo llevó a tomar el crédito Stiffel Nicolaus, muy criticado, concluyó varios tramos del ferrocarril, construyó caminos para automóviles y desarrolló la infraestructura urbana de La Paz.Tuvo al frente una tenaz oposición por lo que organizó la milicia armada con el nombre de Guardia Republicana la cual era su seguridad personal.Por esos años gobernaba Bolivia el presidente Bautista Saavedra, proveniente del Partido Republicano, que había accedido al poder en 1920.En 1922 el gobierno contrajo en Estados Unidos un empréstito con la casa Stifel Nicolaus por 33 millones de dólares, a la tasa del 8 % anual, hasta entonces el mayor préstamo celebrado por el país.Saavedra representaba la versión más plebeya del republicanismo, apoyándose en la clase media y el artesanado urbano.Este firmó un documento de compromiso con el exmandatario, aceptando su tutela y admitiendo como vicepresidente a su hermano, Abdón Saavedra.Bautista Saavedra marchó a Europa como ministro plenipotenciario en Suiza, Bélgica y Holanda.Cuando se enteró de que el presidente Siles Reyes rompió su acuerdo al desterrar a su hermano Abdón, decidió volver a Bolivia, pero no se le permitió ingresar, por lo que debió volver al exilio.En el libro se impone la visión negativa de indio y la institución del ayllu.[1] En los últimos años del liberalismo, Saavedra publica La Democracia en nuestra Historia (1919), libro francamente nihilista, que expresa un pesimismo profundo sobre el futuro de la sociedad boliviana y cualquier progreso del spencerismo.