El encuentro, que tuvo lugar en la actual provincia de León (España), se saldó con una victoria sueva.
Se establecieron guarniciones en las ciudades y Braga empezó a ser considerada el centro de poder.
[3] En alianza con los romanos, Hermerico se dejaría llevar por los deseos expansionistas de su reino y entra en conflicto con sus vecinos vándalos, los más cercanos.
Durante la invasión del territorio enemigo, Hermerico y su ejército son acorralados en los montes Nervasos por las tropas de Gunderico, y sólo la oportuna intervención romana salvó a los suevos de una grave derrota.
[2] Los incursores serán derrotados cerca de Mérida y su líder se ahogó en el Guadiana mientras intentaba huir.