Carlos María Isidro había organizado la Expedición Real para tomar Madrid y destronar a Isabel II, que contaba con siete años.
Tras muchas dificultades logró cruzar el Ebro y se reunió con Cabrera, aprovechando para reagrupar sus tropas en el territorio que dominaba en el Bajo Aragón.
El día 23, 12.500 carlistas al mando del propio don Carlos llegaron a Villar de los Navarros.
A Buerens no le quedó otra que intentar un contraataque, pero su guía, desconocedor del terreno, llevó a los soldados isabelinos frente al barranco, siendo arrollados y cercados por los carlistas.
[2] Numerosos soldados cristinos fueron capturados y encarcelados en Villarluengo, en pésimas condiciones.