Batalla de Vilanova

Después de la muerte del rey Juan IV en 1656, los españoles emprendieron varias ofensivas contra territorio portugués, principalmente desde Extremadura, pero también desde Galicia, donde establecieron un segundo frente para obligar al enemigo a dividir sus fuerzas.

No obstante, los portugueses tuvieron que abandonar las operaciones previstas contra Tuy a causa de la conquista española de Olivenza y Mourão en el Alentejo.

La caballería portuguesa fue derrotada y seguidamente la infantería emprendió la huida.

Por su parte, el conde de Castelo Melhor perdió novecientos hombres: doscientos cincuenta muertos, trescientos ochenta heridos y doscientos sesenta prisioneros, de los que veintiocho eran oficiales y entre los que se encontraba el conde de Vimieiro.

La plaza cayó el 6 octubre y los ciento cincuenta soldados de la guarnición fueron enviados presos a Galicia.

[13]​ Luego se cercó Monção, del que se adueñaron los españoles el 7 de enero de 1659 tras un largo y costoso asedio en el que los dos bandos pasaron grandes penalidades.

Luis de Vasconcelos e Sousa , tercer conde de Castelo Melhor, cuyo padre mandó el ejército portugués en la batalla de Vilanova.