Asedio de Badajoz (1658)

Las murallas de la ciudad eran esencialmente medievales y los portugueses, que las habían atacado en tres ocasiones anteriores durante la guerra, las consideraban vulnerables.

[6]​ En 1658, Mendes de Vasconcelos reunió un ejército en Elvas y avanzó hacia la cercana Badajoz.

El nuevo general portugués retomó en los siguientes meses Mourão y Olivenza aprovechando que las guarniciones españolas habían sido reducidas por la necesidad de enviar hombres a Cataluña para luchar contra los ejércitos franceses.

[10]​ El conde de Sabugal sugirió que sería más fácil y provechosa una ofensiva en el norte para intentar conquistar la localidad gallega de Tuy, donde el clima sería más benevolente y además se aseguraría la región Entre Douro e Minho.

[14]​ El encuentro fue sangriento y terminó cuando los españoles decidieron buscar refugio tras los muros de la ciudad.

Viendo el tamaño del ejército portugués, el duque de San Germán envió a toda prisa un mensaje al rey Felipe IV pidiendo ayuda.

Mientras tanto, los españoles estaban reforzando sus defensas con la creación de revellines entre las torres medievales y frente a ellas.

Contaba con cinco baluartes y un parapeto a prueba de artillería.

[18]​ Los zapadores portugueses construyeron un puente de barcas en el río Guadiana, en el lugar llamado Vado del Moro, por el que las tropas de Vasconcelos cruzaron a la orilla este del río.

[19]​ Tras reforzar Santa Engracia, al norte del fuerte de San Cristóbal, y un puente sobre el río Gévora, comenzaron a crear un cerco en forma de arco desde Gévora hasta el Vado del Moro.

El fortín del Vado del Mayordomo, cercano al Guadiana y que había sido abandonado por su guarnición poco después de su construcción, fue incorporado por los portugueses a la línea de circunvalación.

[19]​ La fuerza lusa atravesó el indefenso Cerro de las Mayas y tomó rápidamente el convento, cuya escasa guarnición española se rindió.

Este fuerte, en manos españolas, estaba dificultando mucho la creación del cerco para aislar Badajoz y su toma se convirtió en una prioridad para Vasconcelos.

[22]​ Su avance se vio dificultado por unos viñedos,[22]​ a lo que se sumó un ataque de la caballería española comandada por el duque de Osuna, que sorprendió a cinco batallones portugueses en vanguardia.

[25]​ La captura del fuerte San Miguel permitió a los zapadores portugueses terminar el cerco de la ciudad, que consistía en una línea continua de pequeños fuertes ocupados por guarniciones, cuyo número variaba entre unas pocas decenas y doscientos soldados.

Los portugueses incendiaron los edificios levantados en el Cerro del Viento y destruyeron el puente sobre el río Gévora,[32]​ tras lo que se retiraron en dirección a Elvas sin ser molestados por los españoles.

[34]​ Las fuerzas españolas se presentaron en la localidad lusa el 22 de octubre y comenzaron a asediarla.

Las fortificaciones de esta villa no podían soportar un asalto a gran escala con artillería pesada, pero sí resistir el tiempo suficiente para que los portugueses concentraran un ejército de rescate en la cercana Estremoz.

Mapa de la Provincia de Extremadura elaborado en 1766 por el cartógrafo español Tomás López .
Vista del fuerte de San Cristóbal y de Badajoz desde el oeste en un grabado de G. Baillieu (siglo XVII ).
Planta de las Fortificaciones de Badajoz, c. 1645
Mapa coetáneo del cerco portugués de Badajoz en 1658, en el que se representan los fuertes españoles y la línea de circunvalación portuguesa para aislar la ciudad. El norte queda a la derecha del mapa.
Francisco Tuttavilla , duque de San Germán.
Luis de Haro , comandante del ejército de rescate que acabó con el asedio de Badajoz, resultó derrotado poco después en la batalla de las Líneas de Elvas .