Batalla de Pradera del Ganso

Casi al medio y en una pequeña península, se encuentra el asentamiento de Pradera del Ganso donde vivían unos 100 malvinenses.

[9]​ Se prohibió al regimiento cazar ovejas hasta que los soldados conscriptos convencieron a sus jefes de su necesidad.

Luego concentraron a los isleños en la iglesia de Goose Green, en cuyo techo se pintó una cruz roja para evitar que fuera atacada.

Los malvinenses concentrados en la iglesia hicieron llegar sus quejas a las autoridades argentinas en la capital insular, logrando que se diera la orden de liberarlos.

En cuanto a Darwin y Goose Green, los mandos británicos sabían que allí existía una fuerte guarnición argentina permanente, pero ignoraban su tamaño.

Nos quedamos sin agua al tercer día, los baños estaban bloqueados y había algo de disentería.

A Brian Hewitt se le encomendó la tarea de reunir corderos en una motocicleta y tuvo una experiencia aterradora en Goat Rincon.

No sé cómo harían antes de que llegáramos nosotros, porque nos llamaban bastante seguido, prácticamente todos los días, por cualquier motivó.

Robert Fox, corresponsal de la BBC con 2 PARA, informó: "Durante casi un mes, 114 personas habían sido encerradas por los argentinos en un salón comunal.

Jim Fairfield, ha confesado en años recientes que por su parte actuó como espía en Puerto Argentino para las fuerzas británicas y que inventó historias de daños a su propiedad y bienes robados por los cuales las autoridades militares argentinas le pagaron una grande compensación monetaria.

Esta se había consolidado a pesar de los fuertes ataques lanzados por la aviación argentina desde entonces, y constituía una amenaza seria.

También se transportaron manualmente dos obuses de 105 mm hacia posiciones avanzadas, con las cuales los argentinos hicieron fuego sobre la zona designada.

Al caer la noche Jones ordenó a sus tropas avanzar hasta la línea de partida prevista para el ataque.

[62]​El avance británico quedó atascado, pues la luz del día daba ventaja a los defensores, que ahora combatían en posiciones preparadas de antemano.

El soldado conscripto Claudio García, del Regimiento 8, con un jeep Land Rover, transporta decenas de heridos a la retaguardia, bajo fuego enemigo.

Los argentinos aprovecharon esta pausa para recomponer su primera línea, aunque las pérdidas en hombres y material eran graves.

[71]​ Piaggi ordenó que su Compañía C, situada al sur del istmo, se replegara cerca de Goose Green para acortar el perímetro defensivo.

Jones, queriendo demostrar a sus hombres como había que combatir, se adelantó sobre una trinchera argentina con intenciones de tomarla por asalto.

[80]​ Unos 200 soldados argentinos habían resistido durante más de seis horas el asalto contra Boca House y Darwin Hill.

[83]​ Al percibir la situación, los cañones antiaéreos del Subteniente Claudio Oscar Braghini (GADA 601) abren fuego contra más de 120 paracaidistas británicos, provocando inicialmente un muerto y once heridos a las compañías británicas,[42]​ que incluyeron al mayor Hugh Jenner, herido en la espalda.

La compañía C en tanto, sosteniendo sus posiciones al sur del istmo, recibía la orden de repliegue impartida por Piaggi.

En tanto, el Subteniente Durán desde su nueva posición pudo comprobar que del flanco derecho, una ametralladora británica batía su sección con munición trazante.

El Subteniente Aldao, aprovechando una distracción de los efectivos que lo vigilaban, logró huir con un suboficial y reincorpararse a las propias filas.

Este grupo se encaminó hacia Goose Green, aunque la oscuridad, la falta de guías y el fuego enemigo le impidieron sumarse a la posición principal.

En el amanecer del 29 pudieron los ingleses traer sus helicópteros, donde los prisioneros y heridos fuimos trasladados al hospital de Bahía Ajax.

Decidió realizar una demostración de fuego al día siguiente para convencer a los defensores que era inútil resistir.

Los prisioneros argentinos fueron llevados al campo de detención que se había instalado en San Carlos, donde la gran mayoría (excepto los oficiales de mayor graduación) fueron embarcados en el buque Norland y llevados a Montevideo para ser devueltos a la Argentina continental.

En las batallas por Puerto Argentino los británicos volverían a emplear los misiles antitanque “Milán” y la artillería naval, pues fueron lecciones que se aprendieron en Prado del Ganso.

Por parte argentina se evidenció la falta de una estrategia dinámica que pudiera disputar terreno al enemigo: Menéndez y sus oficiales en Puerto Argentino no creían posible efectuar ofensivas desde la capital, pues podía debilitarse esta guarnición y facilitar un ataque anfibio británico.

Desde Buenos Aires se barajaron varias ideas, incluyendo un asalto de paracaidistas sobre San Carlos, pero todos los planes fueron descartados por el enorme riesgo que suponían.

Situación de la Fuerza de Tareas «Mercedes» en el conjunto de la defensa argentina del archipiélago.
Los británicos utilizaron por primera vez misiles antitanque MILAN contra posiciones de infantería. El éxito de esta táctica en la batalla de Pradera del Ganso fue tal, que en el ataque a la capital de las Malvinas todas las unidades británicas utilizaron el MILAN para saturar las defensas argentinas antes de tomarlas por asalto.
Helicópteros Gazelle similares a este proveyeron a los británicos de apoyo logístico inmediato, además de evacuar heridos.
Restos del Harrier matrícula XZ988, derribado por fuego antiaéreo de 35 mm sobre Goose-Green
Los argentinos avanzan hacia el norte y los ingleses atacan la entrada al istmo.
Evolución de la batalla a partir del segundo ataque británico.
Acta histórica labrada por personal de las FFAA argentinas momentos posteriores a la explosión de munición del 01JUN82 en La Pradera del Ganso.