Sin embargo, el clima invernal impidió que ambos alcanzaran a su oponente.
Villanueva, dice que el enfrentamiento fue duro, aunque no de «cuerpo a cuerpo», ya que un ejército se encontraba en una orilla del río Mantaro y el otro, en la otra orilla; las armas que más se usaron en esta batalla, fueron la ballesta, flechas y «arcos como de piedra».
Durante la batalla, todos los españoles que participaron en la contienda, junto con Soto, sufrieron heridas menores o mayores y uno murió.
Allí, el curaca lugareño le impidió la entrada al pueblo, presentándole batalla.
Quizquiz quiso continuar la lucha, pero el general atahualpista fue asesinado por sus fuerzas amotinadas.