[3] El virrey Cardona intentó un bombardeo de la ciudad que resultó ser ineficaz en gran medida; entonces, no disponiendo de embarcaciones con las que cruzar la laguna, regresó a la Lombardía.
[3] D'Alviano, que había sido reforzado con centenares de soldados y voluntarios reclutados entre la nobleza veneciana, así como cañones y otros suministros, tomó ahora la iniciativa y persiguió a las tropas de Cardona con la intención de no permitirles retirarse del Véneto.
[2] Este fue un severo golpe que forzó el abandono del campo por el ejército de la Serenísima República, y en consecuencia su desbandada completa.
[1] A pesar de la sonada derrota veneciana, ambos contendientes continuaron manteniendo durante el resto del año y hasta el siguiente, escaramuzas en la región de Friuli-Venecia Julia, situada más al noroeste.
[1] Aunque los españoles consiguieron una victoria decisiva, la Liga Santa no pudo sacar provecho de ella.