Batalla de La Laja

Para 1865 México se encontraba bajo el control de Maximiliano de Habsburgo y el Segundo Imperio francés, sin embargo aun había fuerzas liberales leales al gobierno del presidente Benito Juárez quienes no en pocos casos eran objeto del llamado de los emperadores Maximiliano y Carlota para que en conjunto con sus fuerzas, traicionaran al Benemérito de las Américas y se unieran al Imperio.

Pidió el coronel Lechuga la gracia de ir a consultar con su mando supremo el general Rafael Cravioto a Huauchinango otorgando los emperadores tres meses de plazo perentorio para decidir.

Estas personas le entregaron un oficio del cuartel general francés donde Maximiliano de Habsburgo le invitaba nuevamente y antes del plazo convenido a unirse al Imperio y se le ofrecían tres mil pesos en oro mexicano 500 rifles franceses y 100 cajas de parque para fomentar el imperio.

[1]​ Veinte días después volvió la misma embajada Imperial pero se encontraron con la negativa del coronel Lechuga, la embajada pidió entonces garantías para regresar a Tulancingo y dar parte a su cuartel general.

El coronel con sus binoculares logra distinguir una compañía de soldados Mexicanos que se encuentran pecho tierra y que no habían entrado en combate, decide entonces mandar mensajeros con las órdenes de que sobre la loma de la vereda del gato se abriera el fuego por los flancos, así mismo manda un explorador acompañando al teniente coronel Mérida para que lo guiara por el Cerro Boludo y saliera con sus soldados a media Laja e igualmente flanqueara al enemigo y los capitanes que ya había mandado con soldados Castillo, Rosales y Barreda avanzaron a la vanguardia y la columna de Chila (Honey) a la retaguardia y todo el grueso de la tropa al mando de los capitanes Basilio Gutiérrez, Miguel Lechuga y Macario García al frente y les ordenó vencer o morir.

Finalmente el batallón francés logra escapar llevándose la mayor parte de sus muertos y heridos.

Inmediatamente se tomaron las precauciones necesarias y el día se pasó sin novedad; al día siguiente a las siete de la mañana se me dio aviso que el fuego se había roto en el punto denominado "Tres Cruces" dpnde tenía ya destacada una pequeña escolta de veinte hombres; estos valientes después de hacerle mucho daño al enemigo se replegaron a un flanco de el para batirlo después por la retaguardia, conforme a las instrucciones que de antemano se les tenían dadas.- La fatuidad del enemigo realizó el plan de ataque que me había propuesto pues todo mi anhelo era hacerlo penetrar al punto denominado "La Laja", esto se verificó y al penetrar el enemigo hasta el punto denominado "Xopanapam" una descarga de fusilería hizo ver al enemigo la celada en que había caído y un fuego nutrido fue su contestación: pero mis soldados serenos y constantes sostuvieron la carga con valor por espacio de siete horas, hasta que por fin, el enemigo acobardado completamente emprendió una fuga vergonzosa, llegando el pánico que se apoderó de él a tal extremo que tanto oficiales y soldados arrojaban sus capotes que en ese momento les estorbaban para correr.