Al inicio de la guerra, las fuerzas unionistas se vieron obligadas a evacuar Norfolk —al sur del canal— e incendiaron sus barcos para que no cayesen en manos de la Confederación.
Al día siguiente entró en combate con el USS Monitor, un acorazado recién construido por la Unión.
Lincoln ordenó el bloqueo y se inició una escalada de hostilidades.
Viéndose obligada a retirarse, la armada de la Unión incendió los astilleros Gosport de Norfolk emplazados en Portsmouth (Virginia) en la otra orilla del río Elisabeth y destruyendo nueve barcos en su retirada, incluyendo la fragata USS Merrimack, construida en Boston.
Cada bando deseaba sacar ventaja de la nueva tecnología y a la vez temía los logros del adversario en este campo.
Aunque eran muy diferentes entre sí, los primeros acorazados ambos bandos tenían una apariencia bastante extraña comparados con los navíos contemporáneos.
A pesar de los grandes esfuerzos para terminarlo, el CSS Virginia aún llevaba obreros a bordo en plena navegación y fue puesto en servicio sin las acostumbradas pruebas de mar y sin entrenamiento.
En su diseño único ingeniado por John Ericsson destacaba una torreta giratoria blindada, en la que se instalaron dos cañones Dahlgren de 11 pulgadas (27'94 mm).
Esa mañana el CSS Virginia enfiló directamente hacia la escuadra de la Unión.
El CSS Virginia embistió con su espolón al USS Cumberland bajo la línea de flotación y éste fue a pique rápidamente "disparando airosamente sus bocas de fuego", como más tarde glosaría Buchanan en tributo a un bravo adversario, "mientras aún estaban sobre el agua".
Dos de sus cañones quedaron inútiles y algunas planchas del blindaje se habían aflojado.
Sin embargo, debido a su calado, el CSS Virginia no pudo acercarse lo suficiente como para producirle daños significativos.
La jornada favoreció al CSS Virginia, pero no estuvo exenta de daños.
Un disparo había fracturado el fémur del capitán Buchanan mientras respondían al fuego de una batería costera.
Debido a esto el mando del barco pasó al teniente Catesby R. Jones.
Entrada la noche, el USS Monitor, un innovador navío acorazado construido para la Unión, al mando del teniente John Lorimer Worden, llegó a Hampton Roads.
Este acorazado nordista se había despachado con premura hacia Hampton Roads para que protegiera a la flota de la Unión y evitara que el CSS Virginia amenazase a las ciudades unionistas.
Esperarían que el barco confederado se adentrase en aguas más profundas donde los vapores tratarían de arrollar y "cabalgar" la cubierta sumergida del CSS Virginia con la esperanza de mandarlo a pique.
El reto quedó sin respuesta debido a las órdenes del presidente de la Unión.
La que seguramente constituyó la batalla naval más esperada de su tiempo no llegó a materializarse.
Partes del CSS Virginia, incluyendo su coraza, ancla y cañones se exhibieron durante años en los astilleros navales de Norfolk, en Portsmouth, y en el Mariner's Museum, en Newport News (Virginia).
Sin embargo, aunque su diseño demostró adaptarse perfectamente a los combates fluviales, su bajo perfil y su pesada torreta lo hacían casi incapaz de navegar en aguas turbulentas.
Esto probablemente fue lo que provocó el prematuro naufragio del USS Monitor original, en diciembre de 1862 cuando se inundó y se fue a pique frente al cabo Hatteras (Carolina del Norte), en el océano Atlántico.
No obstante, la Unión prefirió referirse a él por su nombre anterior, "Merrimack".
La pequeña comunidad de Montgomery County (Virginia), cercana al lugar donde se forjó el hierro para el barco confederado, se conoce actualmente como Merrimac (Virginia).
Este viaducto de la carretera interestatal 664 llega a pasar muy cerca del lugar donde ocurrió la batalla.
El casco del USS Monitor se encontraba boca abajo, con la cubierta reposando sobre su torreta desplazada.