La ciudad de Berna, por entonces en expansión, se asoció con el rey francés Luis XI, enemigo acérrimo de Carlos, pues los confederados habían entrado en guerra con Carlos.
Como el borgoñón no pensaba devolver los estados empeñados, bajo la administración de Pedro de Hagenbach, Federico se asoció con la ayuda del rey francés con los confederados y les invitó a unirse a su campaña contra Carlos el Temerario.
El día diguiente se firmó el tratado con Luis XI.
Inmediatamente después de declarar la guerra a Carlos el Temerario, los confederados y sus aliados (la Liga Inferior, Alsacia y las ciudades suabas del Imperio) enviaron 18 000 hombres contra el borgoñón.
Cuando los confederados avistaron a los borgoñones el 13 de noviembre, interrumpieron el asedio y atacaron al mando del bernés Nicolás de Scharnachthal.