Un área de 200 pies por lado (60 metros) fue cerrada con lienzos y tapias,[2] donde el sacerdote Ovio Paccio llevó a cabo un sacrificio según un antiguo ritual[5] que habían usado sus ancestros al conquistar Capua de los etruscos,[6] luego del cual los guerreros nobles o más famosos fueron llamados uno a uno al centro,[7] donde estaban los altares y oficiales con sus espadas desenvainadas,[8] jurando mantener el secreto a cambio de poder entrar.
[11] Los diez mejores fueron seleccionados y estos llamaron a sus compañeros hasta seleccionarse una tropa de 16.000 combatientes, la «legión de lino», que fueron equipados con las armas más llamativas y cascos emplumados para ser más visibles.
Por último, había un cuerpo llamado extraordinarii compuesto por infantes y jinetes para proteger al cónsul.
Sin embargo, las gallinas habían comido poco, un augurio negativo pero los sacerdotes igualmente autorizaron al cónsul para atacar.
[24] Cursor estaba por levantar el campamento (castra) cuando un desertor le informó que 20 cohortes de Aquilonia, unos 8.000 samnitas, habían salido hacia Cominio.
[29] Entonces, el sobrino del cónsul, el joven Espurio Papirio, informó a su tío que los sacerdotes se habían peleado entre sí en el campamento al cuestionarse los presagios.
[32] Los motivados romanos de Cursor[33] cargaron en el centro y flancos con gran ferocidad,[34] encontrando una tibia resistencia en la infantería samnita que pasó a la defensiva.
[38] Entonces el cónsul ordenó a su caballería pasar entre las filas de legionarios y cargar contra el centro enemigo,[39] siendo seguida por los infantes.
[49] Luego inició el asalto, ordenando escalar las paredes y romper las puertas desde todas direcciones.