Hirpinos

Su nombre, según los autores antiguos derivaba de la palabra sabina o samnita «hirpus», cuyo significado es lobo.

Su territorio tenía una laguna, hecha famosa por Virgilio, llamada Lago de Amsanctus.

En 268 a. C., cuando una colonia romana se estableció en Beneventum, ya habían sido sometidos a Roma.

En la segunda guerra púnica, los hirpinos aparecen como un pueblo separado e independiente de los samnitas.

Tras la guerra Social,[1]​ los hirpinos, al igual que todos los demás itálicos, lograron obter la plena ciudadanía romana a través de la Lex Plautia Papiria,[2]​ volviéndose definitivamente parte integrante de la Italia romana.