Batalla de Alsasua

En la práctica la revuelta, que no tuvo el apoyo del ejército, empezó el día 2 en Talavera de la Reina cuando los voluntarios realistas locales proclamaron a Carlos rey de España iniciando una serie de insurrecciones de guerrilleros, exmilitares y voluntarios, asumiendo en muchos casos el control del gobierno municipal, en general con poco éxito, excepto en el País Vasco, Navarra y Logroño, pero sin llegar a controlar más que por escaso tiempo las ciudades de estos territorios,[1]​ y la guerra empezó el 6 de octubre cuando el general Santos Ladrón de Cegama tomó Logroño, pasando en Navarra para unirse con los sublevados;[2]​ fue capturado en la batalla de Los Arcos[3]​ y fusilado a los pocos días.La presencia carlista quedó debilitada con la campaña del liberal Pedro Sarsfield[4]​ y Tomás de Zumalacárregui asumió el mando de los contingentes navarros el 15 de noviembre, y de las tres provincias vascas tres semanas después, reactivó la rebelión en el norte, organizó el ejército carlista al unir los batallones de Álava y Navarra y a pesar de la carencia de munición, los hizo entrar en combate.Después de dejarlos llegar a Alsasua fueron atacados por todos los flancos, y al ser imposible la retirada hacia Vitoria, puesto que en Salvatierra había carlistas, Quesada tuvo que escapar por la sierra y llegar a Guipúzcoa perseguido por los absolutistas.[6]​ Los liberales sufrieron muchas bajas y Tomás de Zumalacárregui tomó muchos prisioneros, con los cuales formó los Guías de Navarra ante la opción de unirse a las tropas carlitas o de ser ejecutados.Después de la derrota a la batalla de Gulina, Vicente Genaro de Quesada fue sustituido por el general José Ramón Rodil y el 9 de julio don Carlos entró a Navarra por Zugarramurdi, confirmando a Zumalacárregui como comandante general.