Para evitar un encuentro frontal con las fuerzas que tenía el general Pedro Santana en Sabana Buey, Baní, las tropas haitianas siguen el camino de El Maniel (actual San José de Ocoa), bordeando las montañas de El Número y Lomas de Rincón en Azua, en la margen occidental del Río Ocoa.
Esta vez, los haitianos tuvieron un momento de triunfo, quedándose con toda la región y con los puestos estratégicos bajo su absoluto dominio.
Más tarde ese mismo día, los dominicanos zarpan desde la caleta Agua de la Estancia, en las costas de Baní, en las goletas Separación Dominicana, María Chica y San José, tres de los primeros buques de guerra adquiridos por las Fuerzas Armadas Dominicanas, el primero bajo el mando del coronel Juan Bautista Cambiaso, el segundo capitaneado por el comandante Juan Bautista Maggiolo y el tercero comandado por Ramón Portugués (también conocido como El Portugués).
Su misión era acercarse al puerto de Azua para interceptar varios buques de guerra haitianos que poco antes habían llegado al puerto con refuerzos y reaprovisionamientos para las tropas del presidente Charles Rivière-Hérard.
Los haitianos fueron obligados a retroceder, dando pie a la primera batalla naval entre Haití y la República Dominicana.