Antes de 1894, fecha en la que se desarrollaron importantes mejoras tecnológicas como la resistencia neumática, se habían realizado numerosos experimentos para determinar el papel que podían jugar las bicicletas y el ciclismo en unidades militares.En la Segunda Guerra de los Bóer, los ciclistas militares se emplearon principalmente como exploradores y mensajeros.Italia utilizó bicicletas en los cuerpos Bersaglieri (infantería ligera) hasta el final de la guerra.Mediante su empleo, las tropas japonesas fueron capaces de moverse más rápido que los enemigos en retirada, en ocasiones frustrando su repliegue.Se empleaban como medio de transporte en los batallones Jaeger, destacamentos ligeros y regimientos orgánicos.Particularmente exitosa fue la 1ª Brigada Jaeger que fue reforzada con un batallón acorazado y otro antitanque, proporcionando un movimiento rápido en una zona con una limitada red de carreteras.En invierno, al igual que el resto de unidades, pasaron a utilizar esquís.Estos regimientos fueron desmantelados entre 1948 y 1952, quedando las bicicletas para uso general dentro del Ejército o transferidas a la Guardia Nacional.Se hicieron muy populares, especialmente entre los estudiantes, debido a su bajo precio y necesidad de mantenimiento.Aunque fueron ampliamente utilizadas en la Gran Guerra, las bicicletas fueron progresivamente sustituidas por transportes motorizados en los ejércitos modernos.Con cargas excesivamente voluminosas se les añadían palos de bambú para mejorar el manejo (técnica todavía utilizada en algunos lugares del Sureste Asiático).
Bersaglieri
italianos en 1917 durante la Gran Guerra. Portan a la espalda bicicletas plegables, tipo que facilita su movilidad por terrenos demasiado complicados como para ir montados.