Batallón Colombia No.1

[5]​ Colombia fue el único país latinoamericano que envió un batallón de combate al conflicto.

Los Estados Unidos, visiblemente enfocados en “frenar la expansión del comunismo” en Asia, reaccionaron de manera inmediata ordenando la movilización de sus fuerzas que estaban en Japón para apoyar al Ejército surcoreano.

Como resultado, este órgano expidió una resolución que demandaba la retirada de las fuerzas norcoreanas, al tiempo que requería la participación y el apoyo de todos sus Estados miembros para tal fin.

[1]​ En principio, la posición del gobierno colombiano no era muy distinta a la que habían adoptado sus pares latinoamericanos, dado que, si bien hubo un respaldo contundente -al menos discursivo- a la iniciativa estadounidense, algunos sectores en Colombia notaban que el país apenas contaba con las fuerzas para atender sus necesidades internas en una coyuntura particularmente compleja: de transición presidencial y contiendas bipartidistas, enmarcadas en el período de La Violencia.

[13]​ No obstante, el gobierno de Laureano Gómez Castro ofreció una unidad naval a las fuerzas aliadas y dos semanas más tarde agregó a su compromiso un batallón de infantería, que aún no existía.

Allí debió ser adaptada y preparada para poder continuar hacia Pearl Harbor, y luego a la Base Sasebo en Japón donde fue asignada para patrullar la costa oeste de Corea.

En esta batalla fallecieron 95 soldados, 97 fueron heridos y 30 tomados como prisioneros de guerra por los chinos.

Para esa fecha, 145 combatientes colombianos habían muerto, 610 estaban heridos, y cerca de 69 desaparecieron.

Habiendo cumplido con su misión, el Ejército salió de Corea del Sur en 1954 y la Armada en 1955.

La mayoría, especialmente los soldados rasos inhabilitados en el frente para la vida militar, se dispersaron por todo el país, hacia sus hogares, convencidos que su condición de veteranos les abriría las puertas del trabajo remunerado.

Así, los oficiales que fueron a la guerra construyeron su propia visión mítica del soldado.

De igual manera, los académicos y literatos que reconstruyeron la guerra crearon su propia versión del soldado, más cercana a una víctima.

Por estas muertes se conmemora el 8 y 9 de junio como día del estudiante caído en Colombia.

[21]​ Fueron asesinados los estudiantes Jaime Moore Ramírez y Hernando Morales Sánchez (Química), Hugo León Velásquez, (Medicina), Carlos J. Grisales (Economía), Álvaro Gutiérrez Góngora (Medicina), Elmo Gómez Lucich (estudiante peruano), Rafael Sánchez Matallana (Colegio Virrey Solís) y Hernando Ospina (Veterinaria).

[22]​ Ante la renuncia del rector de la Universidad Nacional, Abel Naranjo Villegas, Rojas Pinilla nombró en su reemplazo al coronel José Manuel Agudelo.

[26]​[27]​ El Ejército Nacional funda la Escuela de Lanceros en Cundinamarca en 1955, y crece la influencia estadounidense en las Fuerzas Militares.

El Batallón Colombia fue el nombre que recibió el grupo de élite del Ejército Nacional.

En ese lugar, el Batallón Colombia libró una de las batallas en las que participó durante el conflicto.

El CRI es un proyecto aprobado por el Gobierno coreano en el año 2007, como símbolo de amistad entre los países y en agradecimiento a las Fuerzas Militares de Colombia por el apoyo a Corea del Sur en la guerra contra Corea del Norte.

Fragata colombiana ARC Almirante Padilla (F-11) (2.ª desde la izq.) fondeada al lado del USS Jason (ARH-1) en el estuario Han en Corea del Sur el 16 de enero de 1952, junto a otras fragatas de varias nacionalidades.
Soldados del Batallón en Invierno.
Soldados colombianos junto a un Mortero.