El actual templo se levantó a mediados del siglo XVI sobre un edificio románico anterior.
[1] Esta iglesia, como toda la villa de Graus, estaba vinculada al monasterio de San Victorián, por donación del rey Sancho Ramírez que conquistó la plaza a los musulmanes.
A fines del siglo XV la iglesia románica necesitaba reparaciones.
La obra debió comenzarse poco después y llevar buen ritmo, puesto que la fecha de 1543 aparece en la portada del templo.
Sin embargo la construcción se detuvo varios años, seguramente por falta de medios económicos.
[3] El mirador y la arquería que da a la plaza tenían una clara función de claustro.
[4] Su escultura funeraria todavía permanece hoy en día, en la ventana del presbiterio, orando en dirección a un retablo y una imagen, que ya no existen.
[7] Estas formas de propaganda por el hecho, o terror revolucionario, fueron empleadas por las columnas anarquistas y los Comités Antifascistas que actuaron en la zona.
En 1940 se constituyó una Junta Pro Restauración, que encargó la reconstrucción de la bóveda y las cubiertas al arquitecto Teodoro Ríos.
En su friso se encuentra la firma de Joan Tellet en dos cartelas junto a una pequeña ménsula que llama la atención del observador.