Basílica de Nuestra Señora del Prado

En su honor se celebraban fiestas de las que, al parecer, descienden las actuales Mondas.

Alguna fuente sugiere que incluso durante la dominación musulmana se mantuvo el culto cristiano en la ermita.

En esta época era ya tal su magnificencia que Felipe II se refiere a ella como la 'reina de las ermitas'.

En 1956, el Papa Pío XII firmó una bula papal concediendo que fuera coronada canónicamente la imagen de la Virgen del Prado y en el año 1989, el Papa Juan Pablo II firmó una bula pontificia por la cual la hasta entonces ermita fuera elevada a "la dignidad y al estado de Basílica Menor".

El coro, a los pies de la iglesia, se levanta sobre un gran arco carpanel.

En la cabecera se encuentra el camarín de la Virgen, cubierto por cúpula oval.

Interior de la basílica.