A mediados del siglo XI, fue reconstruida una nueva iglesia románica, que fue consagrada por el papa alsaciano León IX.
Las huellas de las aberturas originales son claramente visibles en el exterior, en la pared sur.
Estos son notables en tanto que están dispuestos fuera del eje de la iglesia, a 45°; esta configuración era bastante rara en la arquitectura románica.
En el siglo XIII, la iglesia estaba bordeada al sur por un claustro y las edificaciones del convento y los canónigos tenían así una entrada particular (A1 en la planta de la ficha); los feligreses entrarían por el norte, entrada llamada de los burgueses (A2 en la planta).
Esta disposición duró hasta el siglo XIX cuando se perforó otra en la torre (portal románico).
El conjunto sufrió un fuerte deterioro en 1793, pero Émile Boeswillwald supervisó los trabajos realizados por Schuler.
El canto sobre la calle es un arco ligeramente apuntado con una arquivolta con dos dovelajes con una decoración en hojas terminadas en ganchos.