Construida sobre un templo pagano de Cibeles, Santa María la Mayor es (junto con la Basílica de Santa Sabina, algo posterior) la única iglesia romana que conserva la planta estrictamente basilical y la estructura paleocristiana primitiva.La Basílica es la iglesia más grande e importante de las dedicadas en Roma al culto mariano.[1] Al ser una basílica patriarcal, Santa María la Mayor es usada a menudo personalmente por el papa.En los últimos pontificados (Juan Pablo II y Benedicto XVI) por caer esta solemnidad dentro del descanso estival del sumo pontífice en la residencia de verano, el papa no concurre personalmente a esta celebración, a la cual envía un cardenal legado.Esta iglesia, con sus nobles proporciones, mosaicos e imponentes capillas resume las grandes etapas del arte cristiano en Roma.Quería un santuario construido en el lugar donde se produjo una aparición de la Virgen María ante un patricio local y su esposa.La propia basílica fue restaurada y ampliada por varios papas durante la Edad Media, incluyendo a Eugenio III (1145-1153), Nicolás IV (1288-92) o Clemente X (1670-76).El artesonado del techo es renacentista, del siglo XVI, sigue un diseño de Giuliano da Sangallo; se dice que fue dorado con el primer oro traído desde América, regalado por los Reyes Católicos al papa español Alejandro VI.[11] El interior sufrió una amplia renovación que afectó a todos sus altares entre los años 1575 y 1630.Benedicto XIV (1740-58) encargó en los años 1740 a Ferdinando Fuga edificar la actual fachada y modificar el interior.En la nave de la derecha está la Capilla sixtina (no confundir con la Capilla Sixtina del Palacio Apostólico), donde está enterrado el papa Sixto V, quien en realidad la mandó construir para albergar el Santo Pesebre (el cual finalmente terminó en la cripta).Sixto V mandó construir la capilla dedicada al Santísimo Sacramento para custodiar el belén de Nazareth.Mantiene el antiguo Oratorio del Belén, realizado por Arnolfo di Cambio durante el siglo XIII.La parte escultórica fue realizada entre 1608 y 1615 por un heterogéneo grupo de artistas: Silla da Viggiù, que llevó a cabo la parte mayor del trabajo, con las dos estatuas papales, Bonvicino, Vasoldo, Cristoforo Stati, Nicolò Cordieri, Ippolito Buzio, Camillo Mariani, Pietro Bernini, Stefano Maderno y Francesco Mochi.Ludovico Cigoli pintó la cúpula mientras que Guido Reni fue el autor principal de las figuras de santos, en los cuales pudieron intervenir igualmente Domenico Passignano, Giovanni Baglione y Baldassare Croce; intervinieron posteriormente Giovanni Lanfranco, y Pietro Bellori, transformando un ángel en la Virgen.Es conocida como Salus Populi Romani, o Salud de los romanos, debido a un milagro en el que el icono, sacado en procesión en tiempos del papa san Gregorio, terminó con la epidemia de peste que diezmaba la ciudad.El icono tiene al menos mil años de antigüedad, y según la tradición fue pintado del natural por Lucas el Evangelista.El cuerpo del papa san Pío V fue enterrado aquí; Gian Lorenzo Bernini también descansa en la basílica.Su tumba se halla bajo una gastada losa de mármol blanco, a la derecha del altar.