Fue proyectada por los arquitectos Francisco Javier Sáenz de Oiza y Luis Laorga.
La planta de cruz latina es la convencional, con dos torres, nave central con capillas laterales, galería superior y crucero con cúpula sobre tambor que da paso al altar elevado en la cabecera.
Dos torreones inicialmente previstos y proyectados no pudieron nunca edificarse, por falta de recursos.
Este gran "rosetón" descansa sobre un poderoso dintel, también de hormigón visto, bajo el cual se encuentran las tres puertas de acceso encuadradas por una sencilla moldura rectangular.
La basílica cuenta con diez capillas, cinco a cada lado, en las que se recogen imágenes con diferentes advocaciones de la virgen en países de habla hispana.