Bartolomé González Lorente

Tras ser encarcelado en dos ocasiones, se exilió en 1961 y permaneció siete años en el extranjero, representando al Gobierno de la República Española en el exilio en Brasil.Su mandato, que duró 12 años, estuvo marcado por diversas actuaciones, centradas principalmente en materia urbanística.Su primer logro fue traer el agua a Móstoles desde el Canal de Isabel II en 1980, ya que hasta entonces la ciudad se abastecía de pozos.[1]​ Bartolomé González decidió no volverse a presentar a las elecciones municipales de 1991 y se retiró definitivamente de la vida pública.En 2019, el escritor salmantino José Manuel Ferreira Cunquero noveló estas historias en su obra Casa baja (Ed.