Ya en época almohade, la Villa tiene una estructura urbana típica de las ciudades hispano-musulmanas; su base se encuentra sobre un promontorio calizo, lo cual proporcionaba una defensa natural, además, contaba con una muralla y con sus correspondientes torres defensivas, así como las diferentes puertas de acceso a la ciudad.[1] Una peculiaridad del subsuelo del barrio de la Villa es la presencia en el mismo de una serie de cuevas que se utilizaban como almacenes y silos, debido a la importancia que tenía el municipio como Puerto Seco y Almojarifazgo con ganado, lana y trigo.[1] Para acceso a este barrio medieval, se utilizaba la llamada Cuesta del Castillo, que unía la población con el camino de Castilla, y que constituía el acceso original al recinto de la fortaleza.[1] Es posible reconocer en el nombre de las calles los oficios que allí se desempeñaban.[4] Los edificios del conjunto no tienen una tipología unitaria, sino que las fábricas utilizadas son mixtas (de mampostería y adobe, escaseando la sillería); los forjados de madera y las cubiertas exteriores de teja árabe; normalmente tienen dos o tres plantas.