La zona fue levantada originalmente por la Rio Tinto Company Limited (RTC) hacia finales del siglo XIX para acoger a la creciente colonia británica que residía en la cuenca minera.Posteriormente la zona pasó a ser habitada por los ingenieros españoles y sus familias, tras la «nacionalización» de las minas en 1954.En la actualidad el barrio, que ha preservado sus aires de estilo victoriano, constituye un importante patrimonio histórico y cultural.Ante esta situación, la RTC se vio en la necesidad de construir viviendas para alojar a la nueva población minera.[10] El proceso constructivo del barrio se dilató varios años, hasta la última ampliación realizada en 1928.La práctica del deporte tuvo una importante presencia dentro de las actividades carácter recreativo, llegando a alcanzar una gran relevancia el fútbol, el críquet, el croquet, el tenis, el bádminton o el golf.[21] Además, varias viviendas de la zona han sido transformadas en casas rurales con fines turísticos.[24] Reflejo de ese carácter separado que tenía el barrio, cerca del recinto se llegó a levantar un cementerio protestante.[25] A comienzos del siglo XX la Rio Tinto Company Limited construyó un ramal que enlazaba la vía general del ferrocarril de Riotinto con algunas poblaciones cercanas a la cuenca minera, como El Campillo o Zalamea la Real.