Barrera intestinal

El componente central es el epitelio intestinal, el cual proporciona separación física entre el lumen y el cuerpo.

El moco impide que las partículas grandes entren en contacto con la capa de células epiteliales mientras deja pasar las moléculas pequeñas.

Crucial para formar una barrera eficaz es el control preciso del transporte paracelular (una ruta para la translocación de moléculas entre las células).

Las especies microbianas comensales que habitan la tripa son consideradas por algunos como parte de la barrera intestinal.

Una variedad de células inmunes reside en la lámina propria, la cual yace bajo el epitelio intestinal.

"[11]​ La permeabilidad en este sentido está mayoritariamente relacionada al paso medible de iones y moléculas inertes pequeñas.

Ciertas respuestas inmunes pueden, a su vez, causar daño celular que podría resultar en una disfunción adicional de la barrera.

Se piensa que la disfunción de la barrera intestinal es una precondición para, y factor exacerbante de numerosas enfermedades autoinmunes e inflamatorias, incluyendo las alergias a los alimentos, las enfermedades inflamatorias intestinales,la enfermedad celíaca y la diabetes.

Al permitir que la gliadina, el agente causativo de la enfermedad celíaca, cruce la barrera intestinal, la activación inapropiada del sistema inmune puede ocurrir.

Se ha mostrado que los enfermos de enfermedad celíaca tienen permeabilidad intestinal elevada y uniones estrechas alteradas.

Además, estas alteraciones persisten en los pacientes que tienen éxito en mantener una dieta libre de gluten.

Ha sido mostrado que la tensión prolongada está positivamente asociada con una propensión aumentada para la recaída de la colitis ulcerosa.

Cummings adoptó el término barrera mucosal en 2004 para describir la "compleja estructura que separa el medio interno del entorno luminal".

Elementos físicos, bioquímicos e inmunes de la barrera intestinal.