El barniz es una disolución de aceites o sustancias resinosas en un disolvente, que se volatiliza o se seca al aire mediante evaporación de disolventes o la acción de un catalizador, dejando una capa o película sobre la superficie a la que se ha aplicado.Su aplicación a maderas y otras superficies tiene como objeto primordial preservarlas de la acción de agentes atmosféricos si se expone al exterior o de proteger y dar belleza además de resistencia física y química si su destino es interior.A través de los años, los acabados de madera han encontrado en los barnices muchas características no poseídas por la goma laca; por ejemplo: su capacidad para endurecerse al secarse, su capacidad para adquirir un gran brillo cuando se pulen, efecto goma, craquelé, texturado, y cierto grado de impermeabilización frente a agua, humedades o grasa.También se propone la construcción latina per (intensivo) y nitére (‘brillar’).Otras fuentes consideran que China y la India conocían los barnices mucho antes de que lo utilizasen los artesanos del lacado japonés.